Disfrutar de una cerveza helada, o una “fría”, como se le dice en Barranquilla, es un placer incomparable para muchos hombres. Algunos opinan, incluso, que hace parte de la cultura de la ciudad sentarse con unos amigos en una tienda a hablar de cualquier cosa y disfrutar del preciado líquido.
Ahora, como todo en la vida, su consumo excesivo “es perjudicial para la salud”; en cambio, una toma moderada trae beneficios al cuerpo humano. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad de Granada, “un vaso de agua y una cerveza son grandes aliados para la correcta rehidratación del organismo después del ejercicio”.
En fin, la bebida fruto de la cebada tiene más beneficios y aquí se los presentamos.

El bajo contenido de sodio y potasio de la cerveza recupera los niveles de antioxidantes.

Por cada 330 ml de cerveza el cuerpo recibe polifenoles y disminuye en un 40% las causas de muerte.

La cerveza cuenta con vitaminas y minerales que pueden ayudar a una dieta balanceada.

El consumo moderado de la cerveza protege el hígado y favorece la función cognitiva.

Esta bebida aporta vitamina B, que convierte los carbohidratos en energía y combate el envejecimiento.

La Clínica Mayo sustenta que la ingesta moderada puede combatir el estrés y la ansiedad.